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UNA RETAGUARDIA MAS DIGNA

CX- Beth hace un tiempo en una entrevista dijiste “si siempre nos rodeamos de personas con nuestros mismos pensamientos, no avanzaremos”. Hoy en día se aboga por la especialización. Tú te formaste en diseño además de arquitectura y tu trabajo se ha desarrollado desde las instituciones públicas, para las instituciones públicas, para empresas privadas, desde universidades de diferentes países y como jurado premios internacionales además de escribir artículos y ensayos. También los temas en los que has trabajado son diversos e incluso más allá del “tándem clásico” arquitectura - urbanismo (diseño, cine (responsable de la imagen del Barcelona Film Festival), …) Hoy la coyuntura ha cambiado ¿crees que los arquitectos debería especializarse? 

BG- La coyuntura está difícil pero, pienso que es justamente al revés. Nuestro oficio es un abanico de entradas distintas donde hay muchas formas de expresar un pensamiento arquitectónico: no hablamos sólo del espacio público, sino también de los servicios y los sistemas que permiten mejorar la habitabilidad de los edificios. Han ido apareciendo nuevos conceptos como Smarts Cities y también nuevos sistemas de funcionamiento que requieren de amplios conocimientos pero también más especialistas que no pierdan ese conocimiento global amplio.

El cliente piensa de manera equivocada que sólo sabemos hacer una determinada cosa y para ésta es para la que nos contrata. No es que seamos especialistas sino que nos conoce por un determinado conocimiento y por éste nos contrata por lo que de alguna manera, acabamos encasillados en ese ámbito. Los arquitectos respondemos más a programas que a funcionamiento.

OB- Estoy en contra de la especialización desde la escuela ya que el arquitecto pierde la visión global que necesita para cumplir con su papel: la especialización funcional del arquitecto es una total pérdida. Vale la pena subrayar que yo veo al arquitecto como ideólogo y comprendedor de la realidad que no quiere decir saber de todo con detalle. Sólo se puede entrar a la generalidad desde las realidades concretas. No a la ambigüedad: hoy en día se ha perdido esa necesaria visión técnica del arquitecto.

BG- Pero, contrariamente he de decir que la arquitectura es cada vez mejor. Cuando, como está ocurriendo, la arquitectura sube el nivel, se produce el contagio.

OB- A base de estas visiones parciales se pierde la unidad del concepto. No podemos decir que la arquitectura sea peor pero sí que los arquitectos no intervienen en las grandes obras. Han sido reemplazados por los ingenieros.

CX- En muchas obras vemos que el arquitecto es clientelista y no defiende su criterio, no asesora al cliente para mejorar la obra, ejecuta sus órdenes……….

OB- Incluso en algunas obras no se requiere el certificado del arquitecto: hemos perdido nuestro papel.

CX- Oriol tu nombre se encuentra unido al de la ciudad de Barcelona. Tu trabajo ha estado movido por el compromiso social, por una inquietud cultural y por la acción política. En los últimos años han proliferado los concursos públicos y muchos estudios de arquitectura se han dedicado de manera exclusiva a ellos. La actual situación en la que las administraciones no sacan nuevos concursos públicos ha dejado sin trabajo una gran cantidad de arquitectos que por otro lado, no han aprendido a trabajar con otros clientes ¿puede un arquitecto permitirse vivir sólo de la administración pública en estos momentos? ¿deberían los arquitectos aprender a “vender” su estudio y su arquitectura?

OB- Como he dicho, estoy en contra de la especialización. El arquitecto debe tener una visión global, trabajar sólo para la administración te hace tener una visión parcial, una realidad concreta.

 CX- Beth, en Urbanismo, Espacio Público y  Paisajismo has trabajado principalmente fuera de nuestro país al contrario que en Interiorismo, Edificación y Edificios Públicos. ¿A qué crees que es debido?

BG- Los JJOO nos permitieron darnos a conocer fuera. pertenezco a esa generación que transformó el espacio público y por ello nos han conocido y nos han llamado para colaborar en otras ciudades del mundo. Aquí he trabajado con clientes privados que han visto la posibilidad de abordar otros temas: geriátricos, obra social, etc….y, naturalmente he seguido trabajando con la administración. Fuera de aquí nos llaman y nos consideran en los temas que han transcendido, en los que consideran que sabemos más y por tanto nos hemos especializado: en mi caso la transformación del espacio público. He de decir que últimamente me han encargado en Hamburgo un pequeño pabellón pero, es la excepción: por mucho que nos presentemos a concursos, estamos claramente identificados y etiquetados.

 CX- Algunas ciudades como Barcelona han sabido aprovechado la potencia del espacio público para su transformación dotando de identidad a los espacios. En algunos casos ha sido la edificación icónica la que ha pretendido esa transformación ¿de qué manera debe la arquitectura contribuir a hacer ciudad?

OB- La calidad de la arquitectura es su valor urbanístico. La arquitectura debe ser juzgada por su contribución a la ciudad. Los ingenieros, los economistas intervienen en la planificación urbanística pero son los arquitectos los que conforman la ciudad. Para ello es necesario que al arquitecto se le atribuya la máxima responsabilidad en el proyecto. La segunda condición que se ha de dar es que el arquitecto tenga el conocimiento necesario para asumir esa responsabilidad. Los arquitectos han perdido autoridad porque han perdido conocimiento y sociabilidad.

Proyectar un edificio, hacer arquitectura, es hacer ciudad. El espacio público es, en sí mismo, la descripción y el contenido de la ciudad. Cuando la arquitectura no tiene en cuenta el lugar donde se ubica, cuando se concibe fuera de la ciudad, se está cometiendo un grave error.

El propietario toma decisiones en función de parámetros particulares y de negocio. El constructor no interviene dando su opinión por estar supeditado al propietario. El arquitecto debe crear una obra en profundidad, no condicionada por demasiadas cosas, libre. Aquellos que se limitan a poner ornamento a las propuestas del propietario no hacen arquitectura sino interiorismo o perspectivismo.  La gran envergadura y condicionantes de las grandes obras (arquitectura masiva, sin nombre)  hacen que el arquitecto no pueda intervenir. 

Siempre digo que hay tres tipos de arquitectura en nuestras ciudades: la arquitectura que no hace nadie, que se hace por procesos especulativos. Después, la arquitectura que invade el territorio que no es urbano, que implica la suburbialización del espacio público. Y después, los grandes monumentos (rascacielos, los grandes elementos significativos de la arquitectura cara y representativa). Y, está claro, ninguno es propiamente arquitectura, porque los monumentos sólo favorecen un consumismo, una propaganda, un marketing tremendo. 

El suburbio no es ciudad. Y la arquitectura que no es propiamente arquitectura sino medio de especulación, pues es esto, medio de especulación.

BG- Quería añadir que a los arquitectos nos ayuda el tener detrás una buena constructora y Constructora XEDEX lo es. Cuando los constructores son buenos, cuidadosos con la obra, facilitan nuestro trabajo haciendo el suyo.